Alerta en Popayán por reclutamiento de jovencitas para la prostitución

En la puerta de los colegios les proponen ser 


‘damas de compañía’

Las autoridades consideran que la ingenuidad, las malas compañías y la falta atención de los padres de familia, influyen en que las adolescentes sean engañadas y llevadas a una explotación sexual de la que difícilmente pueden abandonar.

POPAYÁN

La problemática es real y existen casos en Popayán: Estudiantes mujeres entre los 14 y 17 años de edad, están siendo contactadas en las puertas de algunos colegios para trabajar supuestamente como ‘damas de compañía’ a cambio de ganar un buen dinero y sin ‘complicaciones’.

Al área de Identificación y Búsqueda de Desaparecidos del Cuerpo Técnico de Investigación -CTI- de la Fiscalía, seccional Popayán, han llegado seis madres de familia reportando la extraña desaparición de sus hijas; las autoridades creen que estas jóvenes son víctimas de una red de inducción a la prostitución que al parecer se está empezando a tejer en la ‘Ciudad Blanca’.

Señoras bien vestidas, agraciadas y con buena locución, llegan a la puerta de los establecimientos educativos y esperan que terminen las clases para abordar a las estudiantes que cumplan con un determinado perfil. Dónde vives, a qué se dedica tu familia y no te gustaría ganar en tus ratos libres más de 300 mil pesos diarios para que compres cosas a tu gusto, son algunas de las preguntas que las proxenetas realizan a quienes consideran pueden inducir a la prostitución.    

Una situación similar le ocurrió a Martha* de 17 años, alumna de décimo grado del Instituto Técnico Industrial a quién su familia no la ha visto desde el pasado 28 de febrero cuando salió para clases pero nunca regresó a casa, una menor que según su familia ha sido sometida con la influencia de una amiga a una organización de trata de blancas en la capital caucana. 

“El anterior martes 29 de marzo le marqué nuevamente al celular y me contesto como dopada. Me dijo la niña, ¿con quién hablo? y yo le respondí, con su mamá, pero ella se quedó repitiendo de forma pausada mamá, mamá, mamá…, luego le quitaron el celular y colgaron”, narró  con voz solloza la señora Aura Lucía, madre de la joven.

Se cree que las personas que reclutan a las menores de edad, buscan  que sean jovencitas de condición marginal a fin de ilusionarlas con que tienen la mejor oportunidad para resolver sus necesidades. “Les dicen que sólo deben acompañar a hombres a fincas, discotecas y ya, pero luego las obligan a tener relaciones sexuales sin la opción de que puedan volver a su casa”, indicó un investigador del CTI.

Para las autoridades, el problema puede ser aún mayor porque las menores involucradas corren el riesgo de ser desaparecidas de manera forzada cuando las personas que las mandan, consideran que ya no pueden controlarlas, planean una estrategia de fuga o las adolescentes tienen la intensión de denunciarlos ante la Policía.

*Nombre cambiado por seguridad.

No vuelven a clases

Fingiendo que necesitan trabajar para ayudar a su familia o que están enfermas, algunas jovencitas empiezan a faltar a clase para atender servicios sexuales en círculos de estrato alto y adultos mayores, según la información recopilada por las autoridades.

Asimismo, las jovencitas comienzan a ausentarse de clase cuando ven el progreso económico de determinada amiga y piden que las ‘enganchen’ a fin de conseguir un mejor estilo de vida del que sus padres pueden brindarles.

Por unos tenis, un bluyín o una camiseta de marca, estudiantes de colegios públicos y privados de ciudades medianas y capitales del país están teniendo sexo con adultos.